Nuestro nuevo informe, presentado hoy, repasa la trayectoria de la Sanidad Universal en España, sus aportaciones fundamentales para la sociedad y la necesidad de recuperarla.
Hoy, 20 de abril, se cumplen nueve años de la imposición por parte del Gobierno del Partido Popular del Real Decreto-Ley 16/2012 que marcó un antes y un después en nuestro sistema sanitario y en la salud y la vida de miles de personas que fueron privadas del derecho a la atención sanitaria.
Hasta ese día, España se había convertido en un ejemplo por su sistema sanitario público: ofrecía una cobertura casi total a la ciudadanía, de gran calidad en sus prestaciones y servicios y sin coste (apenas modestos copagos) para los pacientes.
Tras muchos años de lucha, en 2018 el Gobierno socialista aprobaba el Real Decreto-Ley 7/2018 sobre el acceso universal al Sistema Nacional de Salud. Este RDL suponía un importante paso hacia la recuperación de la universalidad como pilar básico de nuestro sistema sanitario.
Sin embargo, no lo logró de forma completa y, hoy en día, nuestro sistema de salud sigue dejando sin cobertura a ciertos grupos de personas, como los residentes en España desde hace menos de 90 días o las personas que llegaron en procesos de reagrupación familiar. La nueva ley, además, no protege de manera especial ni a menores ni a mujeres embarazadas.
Ante esta situación -agravada además como consecuencia de la pandemia-, el Ministerio de Sanidad anunció en noviembre un proceso para elaborar una nueva ley con la que pretende, entre otros objetivos, realizar modificaciones en el RDL 7/2018 para garantizar el derecho a la protección de la salud y devolver la universalidad al sistema sanitario. Una noticia positiva con una ley que debe tramitarse urgentemente; sin demora.
España debe retomar cuanto antes el camino a la sanidad universal. La Cobertura Sanitaria Universal ha demostrado mejorar la salud de la población, ser un factor de crecimiento y de redistribución económica, y fomentar la cohesión social. Además, la Cobertura Sanitaria Universal es un eje fundamental de la política internacional y de organismos como la OMS, y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Son estas algunas de las conclusiones que presentamos en nuestro nuevo informe, Nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo, en el que se analiza la importancia y se ofrecen recomendaciones para contar con un Sistema Nacional de Salud plenamente universal, de tanta necesidad especialmente en un contexto sanitario como el actual, en el que la pandemia ha evidenciado de forma dramática el vínculo ineludible entre la salud individual y la colectiva.